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Los legisladores portugueses intentan por tercera vez permitir la eutanasia

LISBOA, Portugal (AP) – El Parlamento portugués votó el viernes por tercera vez en casi dos años a favor de permitir la eutanasia, aunque como ocurrió en los intentos anteriores el Tribunal Constitucional o el presidente del país podrían impedir que el proyecto se convierta en ley.

Los legisladores aprobaron un proyecto de ley que permite la eutanasia y el suicidio asistido por un médico en Portugal, dijo el presidente del Parlamento, aunque las cifras exactas de la votación no estaban disponibles de inmediato.

Los partidos de centro-izquierda del país, de mayoría católica, fueron los impulsores del proyecto de ley, al igual que lo fueron de las leyes que permitían el aborto en 2007 y el matrimonio entre personas del mismo sexo en 2010.

El proyecto requiere la aprobación del jefe de Estado para convertirse en ley. El Presidente Marcelo Rebelo de Sousa podría optar por bloquear de nuevo la legislación o enviarla una vez más al Tribunal Constitucional para su examen. Esto podría retrasar la ley varios meses.

La redacción imprecisa y los aspectos inconstitucionales frustraron los dos intentos anteriores de promulgar la ley.

La eutanasia es cuando un médico administra directamente fármacos mortales a un paciente. El suicidio médicamente asistido es cuando los pacientes se administran ellos mismos el fármaco letal, bajo supervisión médica.

Las nuevas normas de la última versión del proyecto de ley incluyen la participación obligatoria de un psicólogo en el proceso de principio a fin y una espera mínima de dos meses entre la solicitud y la muerte.

El proyecto de ley establece que la petición del paciente debe ser “reiterada, grave, realizada de forma libre e informada, en una situación de sufrimiento muy intenso, con una lesión definitiva de extrema gravedad o una enfermedad grave y terminal.” El paciente que solicita la muerte debe expresar su deseo libremente al menos seis veces.

La solicitud es aprobada o rechazada, y todo el procedimiento es supervisado, por un comité nacional formado por dos juristas, un médico, un enfermero y un especialista en bioética.