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Un político ruso pide el secuestro de un congresista estadounidense en directo

Con las tensiones entre Estados Unidos y Rusia ya en un punto de ebullición, el amplio aparato de propaganda del Kremlin está echando más gasolina al fuego.

Apareciendo en el programa de la televisión estatal 60 minutos el miércoles, el miembro de la Duma Estatal y presidente del partido nacionalista ruso Rodina, Aleksei Zhuravlyov, abogó abiertamente por el secuestro y encarcelamiento del congresista estadounidense Rubén Gallego (D-AZ) por los comentarios que hizo sobre cómo manejar la actual crisis entre Ucrania y Rusia.

Tras regresar a Estados Unidos de su reciente viaje a Ucrania, Gallego instó a la administración Biden a tomar medidas adicionales para disuadir de una mayor agresión rusa hacia su vecino, sancionando a Rusia y armando a Ucrania. En su entrevista desde Kiev el domingo, Gallego dijo a Fredricka Whitfield, de CNN, que el apetito del presidente ruso Vladimir Putin por otra escalada en Ucrania puede ser moderado sólo por una dura respuesta militar.

Gallego dijo que hay que dotar a Ucrania de un armamento más avanzado que “realmente ponga en jaque a los movimientos de las tropas rusas y, ya sabes, lamentablemente eso significa que tenemos que matar a algunos rusos”. Añadió que los rusos “sólo entienden el poder puro, y tenemos que dar al ejército ucraniano y a las fuerzas especiales la capacidad de hacerlo”.

Aunque estaba claro que el diputado Gallego se refería al conflicto armado entre Rusia y Ucrania -en caso de que el Kremlin recurra a una nueva escalada- sus palabras desataron la furia en Moscú. Tras el clip que mostraba el comentario de Gallego, el presentador del programa ruso 60 Minutos Olga Skabeeva describió a los estadounidenses como “parásitos” que “no conocen la historia”. Zhuravlyov añadió que hay que poner a Gallego bajo vigilancia y secuestrarlo cuando vuelva a viajar, para trasladarlo a Rusia. Precisó: “Deberíamos buscar a ese capullo, y si viaja a algún sitio, agarrarlo como a Bout y traerlo aquí”.

El legislador ruso se refería al notorio traficante de armas ruso Viktor Bout, que fue extraditado de Tailandia a Estados Unidos en 2010 tras una operación encubierta de la Agencia Antidroga de Estados Unidos dos años antes. Zhuravlyov especificó que hay que sacar a Gallego de donde esté, traerlo a Rusia y obligarlo a explicar “a quién quería matar”. “Así es como deberíamos actuar… Pasar 25 años en la cárcel y luego, cuando salgas – “SI” sales- podrás decirnos a quién querías matar”, dijo Zhuravlyov.

Skabeeva coincidió con él y se desmarcó: “Bout está en la cárcel por ‘intención’, así que [Gallego] también podría ser encarcelado por su intención de matar rusos”. Se quejó amargamente de la atención que está recibiendo el líder de la oposición Alexei Navalny por parte de las organizaciones de derechos humanos, a diferencia de Bout. Zhuravlyov continuó: “Así es como deberíamos tratar a estos bastardos. Podemos sacarlo de Ucrania y no hay nada que puedan hacer, con nuestras capacidades”.

El miércoles, el representante Gallego retuiteó un post compartiendo este artículo y añadió su propia respuesta a las amenazas vertidas contra él en el programa de televisión estatal. “Jódanse y averigüen”, escribió el congresista, junto con un emoji de la bandera estadounidense.

Los sentimientos antiestadounidenses impregnaron el resto de la emisión, ya que Skabeeva describió el reciente lanzamiento por parte de Rusia de un misil antisubmarino avanzado “Otvet” por parte de la Flota del Pacífico rusa como la respuesta de Moscú a las discusiones sobre las “sanciones del infierno” en el Senado estadounidense. Skabeeva señaló que en ruso, “Otvet” significa “Respuesta”. Refiriéndose a los estadounidenses con el término despectivo “pindosy”, Zhuravlyov dio a entender que, aparte de responder a las amenazas occidentales, Moscú también podría atacar primero.

El presentador y los panelistas promovieron un tema de propaganda popular, afirmando que la voluntad de celebrar cumbres y negociar con el Kremlin estaba motivada por la “debilidad” de Estados Unidos ante la “superioridad militar” de Rusia. Aunque Putin sigue afirmando que Rusia no tiene intención de invadir Ucrania (de nuevo), su retórica incendiaria sugiere que el Kremlin está avanzando en la creación del pretexto para una escalada.

El jueves pasado, Rusia acusó a Ucrania de una “provocación”, después de que un barco naval ucraniano -un barco de búsqueda y rescate desarmado- navegara hacia el estrecho de Kerch, en el mar de Azov. Ese mismo día, Putin dijo: “Vemos y sabemos lo que está ocurriendo en Donbás. Ciertamente parece un genocidio”.

Los recientes comentarios del presidente ruso fueron recitados por la redactora jefe de RT Margarita Simonyan, que desde hace tiempo es una abierta defensora de la toma de posesión militar de Rusia en el EsteUcrania. Aferrándose a cada palabra de Putin y describiéndolo como su “jefe”, Simonyan reflexionó en Twitter: “El jefe acaba de calificar de genocidio lo que está ocurriendo en el Donbass. No sería la primera vez que la madre Rusia salva a millones de personas de todo tipo de genocidios. No sé si lo dijo en serio, pero realmente espero que sí”. En otro tuit, Simonyan preguntó: “¿Está empezando? Madre [Russia]no me falles”.

Cuando la guerra no se materializó -por ahora- el jefe de RT expresó su decepción con un emoji de sonrisa triste. En cuanto a la intención de Putin de mantener al resto del mundo en estado de tensión, la misma sensación de incertidumbre parece aplicarse incluso a sus propios propagandistas. A diferencia de la mayoría de la comunidad mundial, están esperando abiertamente una escalada, y esperan que “el jefe” haga su movimiento.