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Portland vuelve a aprobar los límites a las terminales de combustibles fósiles

PORTLAND, Ore. (AP) — El Ayuntamiento de Portland ha vuelto a votar para limitar la expansión de las terminales de combustibles fósiles en la ciudad.

El alcalde Ted Wheeler dijo que la medida tomada el miércoles reforzará los esfuerzos para tomar medidas contra el cambio climático y ayudará a salvaguardar la ciudad en caso de que se produzca un terremoto en la zona de subducción de Cascadia, informó la radiotelevisión pública de Oregón.

Dan Serres, director de conservación de Columbia Riverkeeper, lo calificó como “un primer paso importante para proteger la salud, la seguridad y el clima de los residentes de Portland”

El cambio en el código de zonificación prohíbe la construcción de nuevas terminales de combustibles fósiles e impide la expansión de las 11 terminales existentes en Portland.

Las terminales existentes se denominan colectivamente “centro de infraestructuras energéticas críticas”. La zona — a lo largo de la ribera del río Willamette en el norte de Portland — alberga aproximadamente el 90% de la gasolina, el diésel y el combustible para aviones que se utiliza en Oregón y el suroeste de Washington.

Muchos de los depósitos se construyeron antes de que los científicos comprendieran plenamente la vulnerabilidad sísmica de la región. Los tanques se asientan en suelos que, según los investigadores, podrían ceder durante un terremoto de la zona de subducción de Cascadia.

Un estudio encargado por la ciudad de Portland y el condado de Multnomah en 2020 determinó que podrían liberarse entre 95 y 194 millones de galones de combustible en un terremoto de gran magnitud. El estudio también decía que el combustible saldría al aire y al río Willamette, y causaría daños por valor de entre 359 y 2.600 millones de dólares.

La ciudad aprobó una ordenanza similar en 2016, pero los grupos de la industria apelaron al Tribunal Supremo de Oregón. El caso acabó llegando a la Junta de Apelaciones de Uso del Suelo del estado, que dictaminó que la ciudad debía modificar la ordenanza para que fuera coherente con las políticas de uso del suelo de la ciudad.