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Esta estadounidense se casó con la realeza y ahora está muerta

Una princesa nacida en Estados Unidos cuya vida de cuento de hadas se convirtió en una historia de terror moderna ha muerto en su casa de España.

Kasia Gallanio, de 45 años, nació de padres polacos en Los Ángeles, pero pasó los últimos años de su problemática vida luchando por la custodia de las tres hijas que tuvo con el príncipe de Qatar, Abdelaziz bin Khalifa Al-Thani, 30 años mayor que ella y tío del emir de Qatar.

Al-Thani se trasladó a París en 1992 tras ser expulsado de la familia real por intentar supuestamente derrocar al emir. Allí conoció a Gallanio, que acabaría convirtiéndose en su tercera esposa, y la convenció para que se convirtiera al Islam. Gallanio se vio envuelta en un pleito de 65 millones de dólares tras descubrir que alguien había desviado fraudulentamente fondos de la cuenta bancaria Barclay’s de Al-Thani, lo cual fue noticia en toda Francia a finales de los años 90.

Gallanio dejó a su marido por las acusaciones de que éste había abusado sexualmente de una de sus tres hijas cuando ésta tenía entre 9 y 15 años, y ambos habían mantenido una amarga batalla por la custodia que dejó al descubierto multitud de secretos familiares de la familia real catarí, con acusaciones que iban desde la infidelidad hasta la corrupción.

Al-Thani niega todas las acusaciones y mantuvo la custodia de las tres niñas en su casa de París, mientras que Gallanio vivía en un palacio de Marbella (España), donde los medios de comunicación franceses informaron de que estaba luchando contra la depresión y las adicciones a las drogas y el alcohol.

Gallanio había huido con sus hijas de ese piso palaciego parisino, pero Al-Thani había recuperado recientemente la custodia de las niñas y éstas se habían trasladado de nuevo con él a París, según informaron los medios franceses y españoles. Si intentaban visitar a su madre, el príncipe las obligaba a dormir en las dependencias del servicio hasta que se arrepintieran, según los medios franceses.

El martes se está llevando a cabo una autopsia completa, pero los primeros intervinientes dijeron que sospechan que su muerte fue una sobredosis de drogas. La policía acudió a la casa de la playa de la Costa del Sol después de que no respondiera a las llamadas telefónicas de sus hijos durante varios días. Ahora han abierto una investigación sobre las circunstancias que rodean su muerte, incluyendo los posibles vínculos con la amarga batalla por la custodia.