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Corte de Ecuador rechaza impugnaciones de legisladores a disolución de Asamblea Nacional por parte del presidente

QUITO, Ecuador (AP) — La Corte Constitucional de Ecuador votó por unanimidad el jueves para rechazar múltiples recursos que buscaban invalidar el decreto del presidente Guillermo Lasso que disuelve la Asamblea Nacional liderada por la oposición mientras intentaba destituirlo en un juicio político.

Con el fallo, no existen impedimentos para que el órgano electoral del país convoque a elecciones presidenciales y legislativas, que tentativamente están fijadas para agosto.

Al impugnar la disolución de la legislatura de Lasso el miércoles, sus adversarios intentaron persuadir a la Corte Constitucional para que dictaminara que la medida era ilegal con el argumento de que Ecuador no enfrenta ninguna crisis urgente. Pero el tribunal dijo que no tiene competencia para “pronunciarse sobre la verificación y motivación de la causa de grave crisis política y convulsión interna invocada” por Lasso para disolver la asamblea.

El presidente conservador, que discutió con la asamblea de izquierda sobre su agenda proempresarial desde que asumió el cargo en 2021, disolvió la cámara en virtud de una disposición constitucional. Las impugnaciones a su decisión fueron presentadas ante el tribunal por tres partidos de oposición, el ex presidente de la asamblea y dos ciudadanos particulares.

Lasso hizo uso por primera vez de una disposición constitucional de 2008 que permite al presidente disolver la Asamblea Nacional en tiempos de crisis política, con el requisito de que se celebren nuevas elecciones tanto para los legisladores como para el presidente.

Una demanda presentada por el ex titular de la asamblea, Virgilio Saquicela, argumentó que la medida de Lasso violaba la constitución porque el país no experimentaba ninguna convulsión social. Los detractores de Lasso argumentaron que el presidente optó por disolver la cámara simplemente para evitar su propia expulsión.

En una entrevista con The Associated Press, Saquicela calificó la movida de Lasso como una estratagema de último minuto para evitar su destitución una vez que quedó claro que estaba en marcha.

“Cuando vio que no tenía los votos, se asustó”, dijo Saquicela.

El ministro de Gobierno, Henry Cucalón, defendió la decisión de Lasso durante una conferencia de prensa el jueves, argumentando que la constitución deja claro que la destitución del legislador queda a “juicio, criterio, discrecionalidad y razón” del presidente y que no requiere la aprobación de ningún otro entidad.

La Corte Constitucional es conocida por actuar con lentitud, pero los legisladores instaron al panel a actuar rápidamente esta vez.

Medardo Oleas, abogado y analista electoral, dijo que los legisladores querían que el tribunal decidiera rápido porque una vez fijada la fecha de las elecciones “ninguna autoridad puede interferir en la realización del proceso”. Dijo que si la Corte Constitucional se inmiscuyera en esas circunstancias, sus integrantes “podrían ser destituidos”.

El Consejo Nacional Electoral ha elegido tentativamente el 20 de agosto como día de elecciones. De ser necesario, se realizaría una segunda vuelta el 15 de octubre.

El presidente parece tener el apoyo de las fuerzas armadas, pero enfrenta el rechazo de los críticos, incluida una poderosa confederación de grupos indígenas que casi ha paralizado Ecuador con protestas en el pasado.

Lasso ahora puede gobernar hasta por seis meses por medio de decretos sobre temas económicos y administrativos bajo la supervisión de la Corte Constitucional. El Consejo Nacional Electoral está obligado a fijar una fecha para las elecciones presidenciales y legislativas dentro de los siete días siguientes a la decisión de Lasso.

Los elegidos terminarían los mandatos de Lasso y los legisladores que destituyó, que estaba previsto que finalizaran en mayo de 2025. Lasso, un exbanquero, puede optar por presentarse a las elecciones.

Los legisladores que buscan la destitución de Lasso por juicio político lo acusaron de no haber intervenido para terminar un contrato entre la empresa estatal de transporte de petróleo y una empresa privada de buques tanque. Argumentaron que Lasso sabía que el contrato estaba lleno de irregularidades y le costaría al estado pérdidas millonarias.

Durante los procedimientos de juicio político el martes, Lasso señaló que el contrato era anterior a su administración. También dijo que la empresa estatal experimentó pérdidas de $6 millones al año antes de que asumiera el cargo y que ha obtenido $180 millones en ganancias bajo su supervisión.

Lasso se había enfrentado desde el comienzo de su mandato de cuatro años con la asamblea. Los acusó el miércoles de centrarse “en desestabilizar al gobierno”. El martes, se refirió con desdén a las acusaciones de juicio político en su contra como una extensión de “los límites de la imaginación humana”.

Saquicela acusó al gobierno de Lasso de ser “incapaz de resolver los problemas reales de los ecuatorianos”, incluidos los de salud, transporte y seguridad.

Rechazó cualquier responsabilidad compartida por los disturbios, argumentando que la asamblea cumplió con su obligación constitucional de legislar.

“No quiero justificar si la asamblea ha sido buena o mala, lo que defiendo es el marco constitucional”, dijo. “Sin embargo, creemos que como clase política nos quedamos cortos en nuestro deber de legislar y fiscalizar”.