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Los precios de los alimentos no son el único obstáculo para lograr la seguridad alimentaria

El aumento de los precios de los alimentos y el estancamiento de los ingresos se han identificado como los principales obstáculos para lograr la seguridad alimentaria. Aproximadamente uno de cada seis, o el 15,9%, de los hogares en Canadá experimentan inseguridad alimentaria.

Las barreras económicas como los precios de los alimentos no son los únicos obstáculos para la seguridad alimentaria. Nuestro estudio, publicado por Food Secure Canada, destaca que las barreras sistémicas como el colonialismo, el racismo y otros sistemas de injusticia se encuentran entre las causas fundamentales de la inseguridad alimentaria en Canadá.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la seguridad alimentaria requiere el acceso económico, físico y social a los alimentos.

Económico el acceso implica factores como los ingresos, la pobreza y la asequibilidad de los alimentos. Físico el acceso está relacionado con la infraestructura y las instalaciones, como las carreteras y el transporte. Social El acceso se enfoca en asegurar que las personas tengan acceso a todos los recursos necesarios dentro de la sociedad para obtener alimentos nutritivos y culturalmente apropiados. La inseguridad alimentaria ocurre si alguno de estos caminos falla.

Las barreras interrelacionadas para la seguridad alimentaria

Nuestra investigación revela tres barreras principales para acceder a los alimentos:

  • asequibilidad
  • políticas que perpetúan la riqueza y la disparidad de ingresos y
  • formas sistémicas de discriminación como el colonialismo y el racismo.

Los hallazgos demuestran que las personas que viven con bajos ingresos exigen soluciones a largo plazo que aborden de manera integral todas las formas de acceso a los alimentos.

Nuestro estudio identificó la asequibilidad como la principal barrera para el acceso a los alimentos. El Índice de Precios al Consumidor muestra que los precios de los alimentos aumentaron un 10,4% en 2022. De manera similar, el Informe de Precios de Alimentos de Canadá en 2023 indica que los precios de los alimentos siguen siendo una preocupación importante para los canadienses, lo que ejerce una presión cada vez mayor sobre la seguridad alimentaria de los hogares.

La desigualdad de ingresos en Canadá ha aumentado en los últimos 20 años. El beneficio de respuesta de emergencia de Canadá (CERB) es una política destinada a reducir los efectos de la interrupción del trabajo durante la pandemia. Para muchos activistas alimentarios, CERB es un ejemplo de cómo una medida de ingresos básicos puede abordar la desigualdad de ingresos. Sin embargo, estadísticas recientes muestran que fue ineficaz para mejorar la seguridad alimentaria de quienes reciben el beneficio.

Esto sugiere que las políticas futuras deben abordar mejor las disparidades de ingresos. Las políticas también deben abordar por qué ciertos grupos, como los indígenas que viven fuera de las reservas, los inmigrantes recientes y las personas con discapacidades, se encuentran constantemente entre los que viven con bajos ingresos en comparación con otros grupos.

Discriminación, racismo y colonialismo

Varios sistemas de discriminación, como el racismo y el colonialismo, también afectan el acceso a los alimentos. El porcentaje más alto de personas que viven en hogares con inseguridad alimentaria en Canadá son pueblos indígenas (30,7 %), árabes/asiáticos occidentales (27,6 %) y negros (22,4 %). Nuestro estudio también destaca que el racismo y el colonialismo dan forma significativa a la relación que los negros, los indígenas y las personas de color tienen con la comida. Un participante del estudio afirmó que:

“El colonialismo tiene un impacto continuo en la forma en que vemos los alimentos, las porciones y nuestras relaciones con los alimentos que deben cuestionarse para avanzar hacia un consumo sostenible”.

El colonialismo histórico y actual ha separado a los Pueblos Indígenas de sus tierras y sistemas alimentarios. Esto creó barreras significativas para acceder a alimentos integrales para la salud y el bienestar de los indígenas. Las comunidades indígenas también enfrentan desafíos para mantener prácticas como la caza y la pesca, que son necesarias para obtener alimentos culturalmente apropiados.

Además, nuestro estudio encontró que las iniciativas comunitarias dirigidas por indígenas, negros y personas de color enfrentan barreras para recibir subvenciones y financiamiento debido a las estructuras y procesos eurocéntricos incluidos en los procesos de solicitud y presentación de informes. Esto limita la cantidad de programas culturales o específicos del patrimonio que las organizaciones pueden ofrecer a sus comunidades.

Una hoja de ruta hacia la seguridad alimentaria para todos

Una caída en los precios de los alimentos podría abordar de inmediato la falta de acceso económico a los alimentos, pero no abordará las causas profundas de la inseguridad alimentaria. Abordar las barreras sistémicas es vital para garantizar el acceso económico, físico y social a los alimentos para todas las personas, en todo momento. Estos tres tipos de acceso a los alimentos están interconectados.

Los participantes en nuestro estudio destacaron algunas iniciativas que son un paso en la dirección correcta. Por ejemplo, en 2021, la ciudad de Toronto aprobó el Plan de Soberanía Alimentaria Negra de Toronto. Este es un programa de cinco años dirigido por la comunidad que se enfoca en abordar y crear soluciones a largo plazo para la inseguridad alimentaria entre los habitantes negros de Toronto.

Un participante describió su importancia:

“(El plan) tiene como objetivo defender el derecho de los afrodescendientes a alimentos saludables y culturalmente apropiados, producidos a través de métodos sostenibles y ecológicamente racionales, y su derecho a definir sus propios sistemas alimentarios y agrícolas y construir sus propias instituciones para promover la comunidad. capacidad y resiliencia para el acceso a los alimentos”.

La simple identificación de las barreras sistémicas a la seguridad alimentaria no es suficiente para generar un cambio. Las soluciones a largo plazo requerirán que los funcionarios electos y los líderes de la industria realicen cambios institucionales significativos. Como se propone en este informe de la Organización para la Agricultura y la Alimentación, la inclusión y la contabilidad de las desigualdades estructurales son necesarias para abordar la inseguridad alimentaria.

Nuestro estudio sostiene que cualquier solución debe hacerse de manera democrática, justa e inclusiva. Estos enfoques deben considerar el conocimiento tradicional indígena y abordar el racismo, el colonialismo y otros sistemas de discriminación. Lograr la seguridad alimentaria requiere que los canadienses se concentren en las causas subyacentes de la inseguridad alimentaria, no solo en ahorrar dinero en la caja registradora del supermercado.

Farzaneh Barak, científica investigadora, Escuela de Nutrición Humana, Universidad McGill y Monika Korzun, becaria posdoctoral de la Fundación McCain en la Facultad de Agricultura, Universidad de Dalhousie

Este artículo se vuelve a publicar de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.