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Los padres de Madeleine McCann pierden el intento de silenciar al policía portugués

Los padres de la niña británica Madeleine McCann, que desapareció de un centro de vacaciones en Portugal en 2007, han recibido un golpe devastador en la lucha contra las persistentes acusaciones sobre su implicación en el caso.

Kate y Gerry McCann habían demandado al principio con éxito al principal detective portugués del caso, cuyo incendiario libro superventas les acusaba descaradamente de estar implicados en la muerte de su hija.

El detective Gonçalo Amaral fue condenado por un tribunal portugués a pagar medio millón de dólares a los McCann y a retirar su libro de la publicación en 2015, pero un tribunal de apelación en Portugal anuló la decisión a favor de los McCann, que también fue firmada por el Tribunal Supremo de Portugal, en 2017.

La medida llevó a los McCann a solicitar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que el martes se puso de acuerdo con las decisiones del tribunal portugués, lo que significa que las acusaciones de Amaral seguirán siendo parte del registro público.

La niña dormía en una habitación de hotel en la región portuguesa del Algarve con sus hermanos gemelos menores mientras sus padres cenaban en un bar de tapas cercano. Los adultos del grupo se turnaban para vigilar a los niños a intervalos regulares cuando la niña desapareció. Varios testigos afirman haber visto a un hombre sacando a la niña del complejo turístico esa noche, pero las autoridades portuguesas se centraron inicialmente en los McCann como principales sospechosos, permitiendo así que el verdadero secuestrador se escapara.

Los McCann pueden apelar la decisión del tribunal europeo en un plazo de tres meses.

Amaral fue apartado del caso después de que la policía británica se quejara de sus acusaciones de intromisión. Amaral fue el responsable de poner inicialmente a los McCann bajo investigación y de nombrarlos como sospechosos. Fueron absueltos en julio de 2008, pero Amaral siguió escribiendo un libro en el que explicaba por qué creía que la pareja -ambos médicos- era culpable.

Desde entonces, se han gastado millones de euros en la búsqueda del niño desaparecido. El gobierno británico también ha invertido decenas de miles de libras en la búsqueda de documentos de investigación portugueses. Se ha investigado a decenas de personas desde que McCann desapareció en 2007.

En mayo de este año, las autoridades alemanas dijeron que el pedófilo y violador convicto Christian Brueckner, actualmente en una prisión alemana por la violación de una mujer estadounidense de 72 años en el pueblo donde desapareció McCann, es el principal sospechoso de la desaparición de McCann.

Brueckner trabajaba como manitas en el complejo turístico donde desapareció la joven británica, y se encontraron trajes de baño de niñas en su poder junto con vídeos de pornografía infantil cuando fue detenido por la violación. El jardín donde se sabe que vivió por última vez en Alemania fue desenterrado en busca de McCann.

Un representante de la familia McCann dijo que no harían comentarios sobre la decisión del tribunal europeo.