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Las grabaciones sacuden la confianza en el gobierno de izquierda de Colombia y ponen en peligro las reformas

BOGOTÁ (AP) — Un escándalo de corrupción que sacudió al primer gobierno de izquierda de Colombia y socavó su capacidad para llevar a cabo reformas ambiciosas creció el lunes, luego de la publicación de varios mensajes de voz del exembajador de la nación en Venezuela.

En los audios, que fueron difundidos por la revista Semana, el exembajador Armando Benedetti habla con el jefe de gabinete del presidente Gustavo Petro y amenaza con revelar detalles potencialmente dañinos de la campaña presidencial de Petro de 2022.

Benedetti, quien alguna vez fue presidente del Senado de Colombia, se queja de que no le dieron el cargo de ministro del Interior después de que quedó vacante en abril, y lanza insultos a la jefa de despacho Laura Sarabia. Dice que no se le ha dado el “espacio político” que se merece después de ayudar a Petro a ganar las elecciones del año pasado.

El exembajador alega que recaudó casi $4 millones para la campaña de donantes e insinúa que parte del dinero provino de grupos narcotraficantes.

“No voy a dejar que me jodas”, le dice Benedetti a Sarabia en tono amenazante. Se compara con Osama Bin Laden haciendo explotar las torres gemelas en la ciudad de Nueva York y dice que no le importa si todos en el círculo íntimo de Petro caen con él.

“Te juro por la vida de mis hijos que nos vamos a hundir todos, vamos a ir todos a la cárcel, toda esta maldita cosa va a estallar”, dice en el audio.

Petro negó las acusaciones. El lunes, escribió en Twitter que su campaña rechazó las donaciones que no cumplían con los criterios legales y agregó que su campaña se financió principalmente con préstamos de bancos.

En una entrevista publicada el lunes, Benedetti dijo que los audios eran auténticos, pero se negó a dar detalles sobre el origen de los fondos de campaña que había mencionado. Agregó, sin embargo, que los supuestos fondos “no procedían de empresarios”.

Las grabaciones son el último capítulo de un escándalo de corrupción que estalló en mayo, luego de que Semana revelara que Sarabia mandó llevar a la niñera de su hijo a un sótano frente al palacio presidencial luego de que una bolsa con $7,000 en efectivo desapareciera de su casa. El personal de seguridad presidencial obligó a la niñera a realizar una prueba de detección de mentiras.

El Fiscal General de Colombia luego reveló que la niñera de Sarabia había sido interceptada ilegalmente por detectives, presumiblemente por orden de Sarabia. En tanto, la revista Cambio reveló que la niñera fue trasladada a Venezuela en un avión chárter a pedido de Benedetti, por motivos que aún se investigan.

Benedetti y Sarabia perdieron sus trabajos la semana pasada por el escándalo, que dañó la credibilidad de la administración Petro entre los votantes y debilitó su posición en el Congreso de Colombia.

El lunes, el presidente del Congreso, David Racero, miembro del Partido Pacto Histórico de Petro, suspendió las audiencias sobre las reformas al sistema de salud, el sistema de pensiones y las leyes laborales de Colombia, argumentando que no quería que “factores externos” afectaran las votaciones sobre esas reformas.

Cuando fue elegido el año pasado, Petro prometió hacer reformas radicales al estado colombiano, con el objetivo de disminuir las desigualdades de larga data.

Pero las reformas propuestas por la administración de Petro requieren la aprobación del Congreso, lo que obligó a Petro, cuyo partido no tiene mayoría en el Congreso, a hacer una coalición con los partidos tradicionales que han dirigido el país durante décadas y entregarles el control de algunos ministerios del gobierno.

Esa coalición, que incluía a liberales, conservadores y centristas, comenzó a fracturarse en abril por la ambiciosa reforma de salud de Petro, que busca convertir a las entidades estatales en las únicas administradoras de los fondos de salud pública, eliminando a las aseguradoras privadas.

Los analistas dicen que el escándalo protagonizado por los asesores de Petro pondrá en serio peligro las posibilidades de que la reforma de salud sea aprobada por el Congreso, así como otros proyectos legislativos.

“Este (escándalo) colapsará lo que queda de la coalición de la gran carpa de Petro”, dijo Will Freeman, miembro de Estudios Latinoamericanos en el Consejo de Relaciones Exteriores. “¿Quién quiere estar asociado con un gobierno que está sumido en este tipo de acusaciones?”

Freeman dijo que con las próximas elecciones para gobernadores y alcaldes en octubre, los partidos que anteriormente estaban en la coalición de Petro podrían terminar presentando candidatos por su cuenta en lugar de asociarse con el Pacto Histórico de Petro. “Se preguntarán si estarán mejor servidos en el gobierno o en la oposición a Petro, Benedetti y todas estas acusaciones corruptas”.

La popularidad de Petro ya estaba cayendo antes de que estallara el escándalo, ya que su administración luchaba por controlar la inflación y la violencia en las zonas rurales, donde los altos el fuego con dos importantes grupos armados se han derrumbado recientemente.

Jorge Restrepo, director de CERAC, un grupo de expertos en políticas colombiano, dijo que la administración de Petro tendrá que renunciar a las reformas estructurales que deben ser aprobadas por el Congreso, como las reformas de salud y pensiones.

“Lo único que les queda es tratar de mejorar la administración pública”. dijo Restrepo.