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¿Es seguro comer esos extraños brotes en las patatas?

Si contara el tiempo que he pasado mirando las patatas, serían horas. En ese tiempo podría haber empezado a aprender un nuevo idioma, haber terminado por fin mi alijo de lienzos de punto de aguja comprados con motivo de la pandemia, haberme entrenado adecuadamente para una maratón, e incluso haber corrido dicha maratón. Pero en lugar de eso, me quedo mirando patatas de todos los colores y credos: rojas, nuevas, Yukon gold, para hornear, dulces (¿o son boniatos?), y las grandes y de gran tamaño russet. El problema es que algunas empiezan a devolverme la mirada. Qué son esos espeluznantes ojitos que brotan caóticamente de mis patatas? ¿Debo cortarlos? ¿Son seguras para comer?

Cuando las patatas empiezan a brotar, les salen “ojos”, que suelen empezar como pequeñas protuberancias de color blanco rojizo y pueden convertirse rápidamente en crecimientos de varios centímetros de largo. Pero, ¿se puede comer realmente una patata germinada? En resumen, sí, siempre que se corten los brotes. Utiliza un cuchillo de pelar para quitar todo el brote y la pequeña parte de la patata de la que nace. Y no, no basta con quitar los ojos con un pelador de verduras como he hecho una y otra vez. Aunque probablemente no sea perjudicial si te comes un pedacito diminuto del brote (ciertamente lo he hecho y he vivido para contarlo), la mejor práctica es quitarle todo lo que puedas. Una vez que el germen se haya retirado completamente del tubérculo, será totalmente seguro machacarlo, asarlo u hornearlo, y comerlo.

No puedo imaginar que quiera comer los brotes grandes y bulbosos, pero si lo estás considerando, no lo hagas. Cuantos más brotes tenga una patata, menos seguro será comerla.

Entonces, ¿qué es exactamente lo que hace que a las patatas les salgan pequeños brotes? Según The Irish Times, una publicación en la que confío absolutamente en todo lo relacionado con las patatas, cuando los tubérculos se almacenan en la encimera o en la despensa, se les engaña haciéndoles creer que es primavera. “La gente suele tener sus casas a una temperatura de alrededor de [68 degrees Fahrenheit], que es la temperatura ideal de crecimiento para las patatas”, explica Jenny McNally, agricultora ecológica de Dublín. Explica que la germinación no cambia el sabor ni la estructura de las patatas, pero es antiestética y la germinación extrema puede hacer que los consumidores enfermen. Las patatas son como nosotros: ¡manifiestan el tiempo de la chaqueta vaquera sin importar la época del año!