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Kushner y Bannon se alían para arrodillar al ‘radiactivo’ Chris Christie

Fue días antes de las elecciones de 2016 y Steve Bannon entró en “pánico”.

Chris Christie estaba a punto de subirse a un avión con el entonces candidato Donald Trump y se creía que se estaba posicionando para ser jefe de gabinete, y Bannon quería desbaratar esa posibilidad lo más rápido posible, según extractos del nuevo libro de Jared Kushner reseñado por The Daily Beast.

Así que llamó al yerno de Donald Trump para que le ayudara.

“Tenemos que mantenerlo fuera [the plane],” recordó Kushner que le dijo Bannon.

La conversación continuó, con Bannon calificando los esfuerzos de transición de Trump a la Casa Blanca -en ese momento liderados por el ex gobernador de Nueva Jersey- como un “choque de trenes”, al tiempo que criticaba su apetito por los “tipos del establishment anti-Trump.”

“Chris es políticamente radiactivo”, declaró Bannon, citando el infame escándalo “Bridgegate” de 2013 en Nueva Jersey. Añadió que Trump “no debería tener que cargar con su equipaje”.

En respuesta a la petición de The Daily Beast de un comentario, Christie dijo, a través de un portavoz: “Estoy deseando ver el libro de Jared donde debe estar, en la sección de ficción de Barnes and Noble.” Bannon no había respondido a la solicitud de comentarios de The Daily Beast hasta el lunes por la tarde.

La tormentosa historia entre Christie y Kushner se remonta a 2004, cuando el primero, un fiscal de Nueva Jersey, condenó al padre de Kushner, Charles, por evasión de impuestos, delitos que el exgobernador consideró “repugnantes”.

A pesar de las especulaciones, al final, Kushner mantuvo que no fue él quien hizo que Christie fuera expulsado de la lista del equipo de transición de Trump poco después de las elecciones de 2016.

Como informó por primera vez la CNN la semana pasada, Kushner seguiría en el libro arremetiendo contra Bannon por sus cualidades “tóxicas” y alegando que este último jugó un papel en “socavar” los primeros días de Trump en Washington.

El libro de Kushner, cuya publicación está prevista para finales de agosto, es solo una faceta de su intento de cambiar de marca desde que dejó la Casa Blanca.

También ha tratado de sacar provecho de su propia empresa de capital privado, Affinity Partners, que recaudó la friolera de 2.000 millones de dólares del fondo soberano de Arabia Saudí en 2021. El acuerdo levantó cejas, teniendo en cuenta que Kushner había trabajado con los saudíes mientras Trump estaba en el cargo, y a la luz del pésimo historial de derechos humanos del país.

Aumentando aún más la intriga: el propio panel asesor del fondo saudí habría expresado su preocupación por la “inexperiencia” de Affinity y su estructura de honorarios, y determinó que sus operaciones eran aparentemente “insatisfactorias en todos los aspectos.” El consejo de administración del fondo patrimonial siguió adelante de todos modos.

Un portavoz de Affinity dijo The New York Times en abril que estaba “orgulloso” de contar con el fondo y con “otras organizaciones líderes que tienen criterios de selección cuidadosos, como inversores.”

Antes de incorporarse al negocio político familiar en el Despacho Oval, Kushner había trabajado principalmente en el sector inmobiliario, donde registró una trayectoria muy desigual.

En otra parte de las nuevas memorias de Kushner, Breaking History: Unas memorias de la Casa Blanca, relata otra escena dramática que se desarrolló durante el (brevísimo) mandato del jefe de comunicaciones de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci.

Dan Scavino, Hope Hicks, Ivanka Trump, Kushner, Bannon, Scaramucci y el ex presidente se reunieron para hablar con el director de la CIA, Mike Pompeo, en el Despacho Oval, momento en el que Kushner sugiere en sus memorias que Trump consideraba a Bannon un peso muerto.

“Él [Trump] hizo una pausa para lograr un efecto dramático, miró a Bannon a través de la habitación y luego continuó”, escribió el yerno de Trump. “‘También tenemos algunos verdaderos perdedores y filtradores, pero eso cambiará'”.

Poco después, las cosas sí cambiaron, ya que Bannon fue despedido sin contemplaciones.