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Ex reportero encarcelado durante 22 años en Rusia acusado de traición

MOSCÚ (AP) – Un ex periodista fue declarado culpable de traición y condenado a 22 años de prisión el lunes tras un juicio que ha sido ampliamente considerado como de motivación política y que marcó un nuevo paso en la amplia represión contra los medios de comunicación y los críticos del Kremlin.

La sentencia dictada contra Ivan Safronov, que trabajó como reportero de asuntos militares para el importante diario económico Kommersant antes de convertirse en asesor del jefe de la corporación espacial rusa Roscosmos, ha sido duramente criticada por sus colegas por considerarla totalmente infundada.

Algunos amigos y compañeros de trabajo de Safronov que asistieron a la audiencia del lunes en el Tribunal de la ciudad de Moscú corearon “¡Libertad!” y aplaudieron tras la lectura del veredicto.

“¡Os quiero a todos!” dijo Safronov a los que acudieron a apoyarle.

Safronov fue acusado de pasar secretos militares a la inteligencia checa y a un ciudadano alemán. Él insistió enérgicamente en su inocencia, argumentando que recogió toda la información de fuentes abiertas como parte de su trabajo periodístico y no hizo nada ilegal.

En su declaración final en el juicio, la semana pasada, Safronov rechazó los cargos como “absurdos”, señalando que publicó toda la información que recogió de sus fuentes en agencias gubernamentales e industrias militares.

Hizo hincapié en que nunca tuvo acceso a ningún documento clasificado y destacó que los investigadores no han presentado ningún testimonio que respalde las acusaciones de espionaje.

Safronov calificó de “monstruosa” la larga condena solicitada por los fiscales, diciendo que mancharía la imagen del país al mostrar que un periodista es condenado simplemente por hacer su trabajo. Su defensa recurrió rápidamente la sentencia.

Muchos periodistas rusos y activistas de los derechos humanos han presionado para que se libere a Safronov, sosteniendo que las autoridades podrían haber querido vengarse por sus reportajes que sacaron a la luz incidentes militares rusos y turbios tratos de armas.

Horas antes de que el Tribunal Municipal de Moscú anunciara la sentencia, 15 medios de comunicación rusos independientes emitieron una declaración conjunta exigiendo la liberación de Safronov.

“Para nosotros es obvio que el motivo de la persecución de Ivan Safronov no es la ‘traición’, que no se ha demostrado… sino su trabajo como periodista y las historias que publicó sin tener en cuenta lo que piensan el Ministerio de Defensa o las autoridades rusas”, decía el comunicado.

Amnistía Internacional denunció la condena y la sentencia de Safronov como una parodia de la justicia y exigió que las autoridades rusas las anularan.

“La sentencia absurdamente dura impuesta a Ivan Safronov simboliza la peligrosa realidad a la que se enfrentan los periodistas en Rusia hoy en día”, declaró Natalia Prilutskaya, investigadora del grupo sobre Rusia, en un comunicado. “También expone los fallos del sistema de justicia ruso y la impunidad de la que gozan los organismos estatales, que habitualmente fabrican casos con escasas o nulas pruebas que los respalden”.

Añadió que Safronov “fue juzgado únicamente por su trabajo periodístico”, y añadió que “su único ‘delito’ fue recopilar información de fuentes abiertas y conocer y entablar amistad con extranjeros.”

La Unión Europea también instó el lunes a las autoridades rusas a retirar todos los cargos contra Safronov y a “liberarlo sin ninguna condición”, denunciando “las represiones sistemáticas del régimen contra el periodismo independiente.”

El Kremlin ha permanecido imperturbable, y el portavoz del presidente ruso Vladimir Putin, Dmitry Peskov, se negó a comentar el caso en una conferencia telefónica con periodistas.

Safronov ha estado bajo custodia desde su detención en julio de 2020 en Moscú.

Los activistas de derechos, periodistas, científicos y funcionarios de empresas que se han enfrentado a acusaciones de traición en Rusia en los últimos años han tenido dificultades para defenderse debido al secreto que rodea sus casos y a la falta de acceso público a la información.

El padre de Safronov también trabajó para Kommersant, cubriendo temas militares tras retirarse de las fuerzas armadas. En 2007, murió tras caer desde una ventana de su edificio de apartamentos en Moscú.

Los investigadores concluyeron que se suicidó, pero algunos medios de comunicación rusos cuestionaron la versión oficial, señalando su intención de publicar un informe sensible sobre entregas secretas de armas a Irán y Siria.