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Cómo desbloquear el poder de los alimentos para mejorar la salud del corazón

Su dieta, los alimentos y bebidas que come, no los programas restrictivos a corto plazo, pueden afectar su riesgo de enfermedad cardíaca. Los dietistas y los médicos utilizan enfoques de alimentación basados ​​en la evidencia para prevenir y tratar las enfermedades cardiovasculares (del corazón).

El Mes Nacional de la Nutrición, con su tema de 2023 de Liberar el potencial de los alimentos, es una oportunidad ideal para aprender más sobre estos enfoques y adoptar comportamientos más saludables para el corazón.

Las Directrices de Práctica Clínica de la Sociedad Cardiovascular Canadiense (CCS) recomiendan tres patrones dietéticos principales para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca: la Dieta Mediterránea, los Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión (DASH) y la Dieta Portafolio.

  1. es rica en verduras y frutas de colores, cereales integrales, legumbres, frutos secos, aceite de oliva y pescados y mariscos. Los estudios de investigación han demostrado que esta dieta reduce el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral, incluso si ya tiene una enfermedad cardíaca y proporciona varios otros beneficios para la salud. Dietistas de Canadá ha creado un recurso que resume los detalles de este enfoque de alimentación.

  2. se enfoca en comer muchas verduras, frutas, lácteos bajos en grasa, granos integrales y nueces, mientras limita las carnes rojas y procesadas, los alimentos con azúcar agregada y sodio. Originalmente desarrollada para tratar la presión arterial alta, esta dieta también puede reducir el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL-C, el tipo de colesterol no saludable) y brinda varios otros beneficios para la salud. Heart & Stroke tiene varios recursos sobre este enfoque de la alimentación.

  3. fue desarrollado originalmente en Canadá para tratar el colesterol alto. Destaca las proteínas vegetales (por ejemplo, soja y otras legumbres); nueces; fuentes de fibra viscosa (o “pegajosa”) como avena, cebada y psyllium; esteroles de plantas; y aceites saludables como el aceite de oliva, el aceite de canola y el aguacate. Muchos estudios de investigación han demostrado que esta dieta puede reducir el LDL-C y proporciona varios otros beneficios para la salud. Las investigaciones demuestran que incluso pequeñas adiciones a los alimentos saludables para el corazón de la Dieta Portfolio pueden marcar la diferencia; cuanto más consuma de estos alimentos recomendados, mayores serán sus reducciones en el LDL-C y el riesgo de enfermedad cardíaca. La Sociedad Cardiovascular Canadiense tiene una infografía sobre cómo seguir la Dieta Portfolio.

Un tema común entre estos tres enfoques de la alimentación es que todos se consideran basados ​​en plantas y pequeños cambios pueden marcar la diferencia en su riesgo general de enfermedad cardíaca. “Basado en plantas” no significa necesariamente que tengas que ser 100 % vegano o vegetariano para obtener sus beneficios. Las dietas basadas en plantas pueden variar desde dietas completamente veganas hasta dietas que incluyen cantidades pequeñas o moderadas de productos de origen animal.

El conocimiento de los enfoques de alimentación saludable es clave, pero los comportamientos desbloquean el poder de los alimentos. A continuación se presentan tres estrategias a utilizar para aplicar el potencial de los alimentos para promover la salud del corazón. Muestran que al combinar el poder de la nutrición y la psicología, puede mejorar sus posibilidades de realizar cambios a largo plazo.

No necesitas hacer esto solo. Recomendamos solicitar una remisión de su médico (esto ayuda a que su seguro cubra la cita) para trabajar con un dietista registrado y/o psicólogo (conductista) para co-crear sus propias formas de desbloquear el potencial de los alimentos.

3 formas de desbloquear el poder de la comida

Elija una meta en la que esté 90% seguro de que puede tener éxito, mientras crea un plan para alcanzar metas más grandes y difíciles en el futuro. Este enfoque lo ayudará a generar confianza en sus habilidades y le brindará información valiosa sobre lo que funciona y lo que no funciona para usted.

La investigación muestra que comenzar con metas del 90% hace que sea más probable que alcancemos las metas futuras. Un objetivo del 90 % podría ser cambiar la proteína animal por proteína vegetal, como el tofu o los frijoles, en el almuerzo de los lunes (lunes sin carne). Otro ejemplo: use un servicio de entrega de comidas que proporcione ingredientes medidos con recetas a base de plantas los lunes, miércoles y viernes, para que pueda obtener algunas ideas nuevas sobre cómo incorporar más plantas en sus comidas.

Elija un objetivo de “hacer en su lugar” o trabaje con un dietista registrado para sustituir sus alimentos y bebidas actuales por opciones más saludables. Evite establecer metas que puedan hacer que se concentre MÁS en los alimentos que está tratando de evitar (por ejemplo, “dejar de comer azúcar”).

En cambio, el enfoque de sustitución puede incluir cosas como elegir una sopa baja en sodio o comprar verduras precortadas con el objetivo de reducir a la mitad la porción de almidón en las comidas. Canada’s Food Guide, Diabetes Canada y Heart & Stroke recomiendan que la mitad de su plato sean vegetales.

Conecta tu objetivo con algo que te importe profundamente. Si bien los resultados a largo plazo (como las enfermedades cardíacas) pueden ser el ímpetu para el cambio, las investigaciones muestran que las cosas que nos importan en este momento son las que más nos motivan. Elegir razones personales y significativas para el cambio ayudará con el cambio sostenido.

Por ejemplo, elija cocinar una comida que incorpore una verdura con un amigo cercano o un miembro de la familia, para que puedan compartir la experiencia y pasar tiempo juntos. Este ejemplo puede tener sus raíces en los siguientes valores: amabilidad, valores relacionales, valores culturales, empatía, coraje.

Desbloquea el poder de la comida

La investigación muestra que la clave para cambiar la dieta es centrarse en cambiar los hábitos alimentarios y los comportamientos alimentarios, uno a la vez. El apoyo de un profesional de la nutrición, como un dietista registrado y/o un psicólogo, puede ayudarlo a tomar decisiones y planes informados, adaptados a sus necesidades, situación, preferencias, tradiciones, habilidades y capacidades únicas.

Shannan M. Grant, Profesor Asociado, Dietista Registrado, Departamento de Nutrición Humana Aplicada, Universidad Monte San Vicente; Andrea J. Glenn, investigadora postdoctoral, Departamento de Nutrición, Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, Universidad Harvardy Dayna Lee-Baggley, profesora adjunta, Departamento de Medicina Familiar y Departamento de Psicología y Neurociencia, Universidad de Dalhousie

Este artículo se vuelve a publicar de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.